Buenos Aires, 27 jun (Sputnik).- El Gobierno argentino rechazó la insurrección militar que hubo el miércoles en Bolivia al remarcar la relevancia de las instituciones democráticas del país pero sin referirse a la intentona como golpe de Estado.
Argentina «repudia las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano y expresa su firme apoyo al Estado de Derecho, mientras remarca la importancia de sostener las instituciones democráticas en el Estado Plurinacional de Bolivia», destacó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El Gobierno presidido por Javier Milei destacó que Argentina defiende de manera «irrestricta» la democracia en la región» y condenó a «todo intento de quebrantarla».
Un grupo de militares liderados por el destituido comandante del Ejército de Bolivia, Juan José Zúñiga, se posicionaron el miércoles en la céntrica Plaza Murillo, en La Paz, y avanzaron con una tanqueta sobre el Palacio Quemado, sede del Gobierno.
Zúñiga anunció ante periodistas que su objetivo era «restituir la democracia» y liberar a «presos políticos».
Entre ellos mencionó al exgobernador del departamento de Santa Cruz (este) y líder opositor, Luis Fernando Camacho, detenido desde 2022 por varios delitos, entre ellos «financiamiento del terrorismo».
El militar también se refirió la expresidenta Jeanine Áñez (2019-2020), condenada en junio de 2022 a 10 años de prisión por los delitos de «incumplimiento de deberes» y «resoluciones contrarias a la Constitución», debido a que asumió la presidencia interina de Bolivia en 2019 después del golpe de Estado comandado por el Ejército que obligó a renunciar al expresidente Evo Morales (2006-2019).
Añez y Camacho, no obstante, repudiaron el alzamiento militar.
Zúñiga había sido destituido el martes tras haber hecho una serie de amenazas contra Morales, al señalar en una entrevista televisiva el lunes que el exmandatario no podía «ser más presidente» y que «llegado el caso», no permitiría que se pisoteara la Constitución.
Tras el levantamiento, Arce designó a un nuevo comandante en jefe del Ejército, José Wilson Sánchez, quien llamó a todos los militares movilizados a que regresaran a los cuarteles y prometió defender al «Gobierno legalmente constituido».
«Vamos a cumplir con la Constitución y a estar siempre pendientes de que el Gobierno legalmente constituido permanezca de acuerdo a lo que dicen las normas del Estado», añadió el nuevo jefe castrense.
Posteriormente, los militares que atacaron la sede del Gobierno regresaron a sus unidades.
La Fiscalía General del Estado anunció que comenzará una investigación penal contra el general Zúñiga y los demás participantes del levantamiento militar.
Tras el anuncio, medios locales informaron de la detención de Zúñiga, quien afirmó que fue el propio presidente Arce quien le solicitó «preparar algo» para mejorar su popularidad. (Sputnik)
